Para reflejar los libros que nos hemos leído durante el curso, hemos realizado una torre de forzudos lectores. Cada alumno se ha dibujado a él mismo (también se puede poner una foto), con los brazos levantados como si estuviera levantando unas pesas.
Sobre ese dibujo se colocan los lomos de los distintos libros que se han leído, con su título, número de páginas y si me ha gustado o no.
La torre no tendrá fin.